«Más y mejores herramientas para construir igualdad» – María Rachid
Recientemente, hemos presentado un proyecto actualizado para una nueva Ley Antidiscriminatoria Nacional, proyecto que venimos trabajando desde hace diez años desde las organizaciones sociales y de la sociedad civil. Estamos encontrándonos en el Congreso en forma periódica para avanzar con acuerdos que permitan este año contar con una ley que esté a la altura de los tiempos.
Una nueva Ley Antidiscriminatoria va a dar respuestas concretas y efectivas a las situaciones como las que se presentan de manera permanente en varios lugares del país. Algunos ejemplos con repercusión mediática son la denuncia que hizo una pareja de lesbianas hace días, por un hecho ocurrido en el bar La Biela; el ataque por parte de la Policía de Miramar al joven Lautaro Blengio, a principios de año; las persecuciones permanentes a las compañeras trans en Salta o en el barrio de Constitución, o el caso del joven Alex Trujillo que fue atacado hace un mes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Por eso es importante que este año pueda sancionarse una nueva Ley Antidiscriminatoria Nacional que nos permita afianzar nuestro trabajo para lograr la igualdad real por la que tanto luchamos y que la actual ley no contempla, ya que no incluye la orientación sexual, la identidad de género, ni a los distintos grupos más vulnerados como la discapacidad, la edad, el aspecto físico, la condición de salud, la situación socioeconómica, el origen social, los hábitos culturales y, además, no tiene las herramientas eficientes para prevenir y para sancionar la discriminación.
Desde la FALGBT, desde la Defensoría LGBT y desde el Instituto contra la Discriminación, a través de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, ya estamos interviniendo con acciones concretas en cada situación de discriminación, con capacitaciones y con asesoramiento jurídico, para seguir exigiendo el respeto que nos merecemos todas las personas y todas las familias.
En lo últimos años, hemos avanzado considerablemente en materia de legislación que reconoce los derechos de la diversidad en nuestro país. Algunas de las leyes conquistadas fueron la Ley de Matrimonio Igualitario, la Ley de Identidad de Género, la Ley Antidiscriminatoria en la Ciudad, la Ley de Salud Mental, entre muchas otras; toda una legislación que protege nuestros derechos y nos reconoce la igualdad jurídica por la que hemos trabajado durante tantos años, que obra como herramienta para lo más importante que es la igualdad real. Una nueva Ley Antidiscriminatoria Nacional permitirá, entre varios puntos, la ampliación de las tipologías discriminatorias y la inclusión de mecanismos procesales para invertir la carga de la prueba en algunos casos, y para agilizar el reclamo por daños para quienes son víctimas de hechos discriminatorios.
Todavía seguimos dando la batalla cultural para erradicar la discriminación y la violencia que vive nuestra comunidad. La legislación posibilita que se respeten nuestros derechos, pero las leyes por sí mismas no son suficientes.
Para conseguir una igualdad real, tenemos que trabajar en cada espacio, en cada establecimiento educativo, en cada centro de salud, en cada hogar, en los espectáculos deportivos y artísticos, en todos lados. Esto implica, entre otras cosas, que los mecanismos que se establecen y se demandan por parte de organizaciones que trabajan la diversidad sexual cuenten con los espacios estatales que contengan y trabajen estas situaciones, y que puedan pensar y proponer políticas públicas específicas. Espacios como la Defensoría LGBT, el Instituto contra la Discriminación, y las áreas de Diversidad en cada Ministerio o Estado local nos permiten intervenir desde instituciones con fiel conocimiento de las demandas y de las problemáticas que vive la población LGBT.
Remarcamos la importancia de prevenir la discriminación a través de campañas publicitarias y educativas, mediante políticas públicas activas, y también que haya sanciones efectivas para quienes discriminan porque necesitamos ganar esta batalla cultural en todo el país.
Luego de muchos años de estudios y de analizar leyes de las ciudades más avanzadas en estos temas hemos logrado un proyecto de Ley Antidiscriminatoria, que sería una de las mejores del mundo. Es oportuno y urgente dotar a los organismos del Estado y a los jueces de la Nación de las herramientas necesarias para actuar contra la discriminación y contra todo tipo de violencia en la Argentina.